Cuando en 2005 Barack Obama sucedió a Peter Fitzgerald como senador de Illinois, probablemente no imaginaba que, años más tarde, también ocuparía el cargo, esta vez de la presidencia de los Estados Unidos, de otro Fitzgerald, John F. Kennedy. Como él, ha llegado muy joven a la presidencia ( 47 años Obama, 43 JFK ), y como él, ha despertado la esperanza de la realización del tan necesitado cambio, esta vez más allá de las fronteras americanas.
En plena guerra fría, Kennedy vivió la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles, el comienzo de la carrera espacial y Vietnam, o la construcción del muro de Berlín, pero también la consolidación de los derechos civiles en EE.UU.,y la creencia de que “el enemigo común del hombre son la tiranía, la pobreza, las enfermedades y la guerra misma “, conviertiéndose en un icono de la esperanza y libertad. La “ nueva frontera “ de Kennedy, supuso un ambicioso proyecto del gobierno para extender la educación, la atención sanitaria y el intervencionismo para detener la recesión. En Profiles in Courage, libro que le granjeó el Pulitzer, describió situaciones en las que políticos estadounidenses arriesgaron sus carreras por mantenerse firme en sus convicciones.
¿ Hubiera incluído Kennedy a Obama en este libro ?. En 2003, tras el ultimátum de Bush a Saddam Hussein, le vimos protagonizando una concentración en contra del posible conflicto. Ya en campaña, ha priorizado la importancia de finalizar la guerra en Irak, de aumentar la producción de energías renovables, de luchar contra el cambio climático, de extender a todo el mundo las prestaciones de asistencia sanitaria, aumentar los subsidios para el cuidado infantil. En política exterior, en contra de algunas voces de su propio partido, paralizaría el proyecto del escudo antimisiles y, lo que es más importante, trabajaría para la eliminación de todas las armas nucleares. Reestablecería, sin condiciones previas, la diplomacia con Irán o Cuba y combatiría el genocidio de Darfur.
Salvando las numerosas diferencias entre ambos líderes, la elección de JFK y el primer presidente afroamericano de la historia, supuso/supone una verdadera sensación de posibilidad de cambio, con la diferencia de que en nuestro mundo global, ese cambio puede traspasar fronteras, adoptando actitudes distintas ante los principales problemas de la humanidad; el hambre, la guerra, el cambio climático… ¿ Estará Barack Obama a la altura de las expectativas que sobre él se han formulado ?.
En plena guerra fría, Kennedy vivió la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles, el comienzo de la carrera espacial y Vietnam, o la construcción del muro de Berlín, pero también la consolidación de los derechos civiles en EE.UU.,y la creencia de que “el enemigo común del hombre son la tiranía, la pobreza, las enfermedades y la guerra misma “, conviertiéndose en un icono de la esperanza y libertad. La “ nueva frontera “ de Kennedy, supuso un ambicioso proyecto del gobierno para extender la educación, la atención sanitaria y el intervencionismo para detener la recesión. En Profiles in Courage, libro que le granjeó el Pulitzer, describió situaciones en las que políticos estadounidenses arriesgaron sus carreras por mantenerse firme en sus convicciones.
¿ Hubiera incluído Kennedy a Obama en este libro ?. En 2003, tras el ultimátum de Bush a Saddam Hussein, le vimos protagonizando una concentración en contra del posible conflicto. Ya en campaña, ha priorizado la importancia de finalizar la guerra en Irak, de aumentar la producción de energías renovables, de luchar contra el cambio climático, de extender a todo el mundo las prestaciones de asistencia sanitaria, aumentar los subsidios para el cuidado infantil. En política exterior, en contra de algunas voces de su propio partido, paralizaría el proyecto del escudo antimisiles y, lo que es más importante, trabajaría para la eliminación de todas las armas nucleares. Reestablecería, sin condiciones previas, la diplomacia con Irán o Cuba y combatiría el genocidio de Darfur.
Salvando las numerosas diferencias entre ambos líderes, la elección de JFK y el primer presidente afroamericano de la historia, supuso/supone una verdadera sensación de posibilidad de cambio, con la diferencia de que en nuestro mundo global, ese cambio puede traspasar fronteras, adoptando actitudes distintas ante los principales problemas de la humanidad; el hambre, la guerra, el cambio climático… ¿ Estará Barack Obama a la altura de las expectativas que sobre él se han formulado ?.
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