Hoy en día, el Islam se expande por todo el mundo; África, EE.UU. , Este de Europa, Oriente medio ... formando una Umma o comunidad de creyentes que engloba a millones de personas en todo el mundo que aspiran al Salam, a la paz, que es la esencia del Islam, cultura abierta y tolerante; es suficiente pasear por un zoco para detectar esta realidad.
El Corán prohíbe expresamente la agresión, pero admite la defensa contra ella. En este sentido, sin ahondar en lo más profundo de su significado, desde occidente se ha asimilado la palabra Yihad a la guerra Santa contra occidente. Sin embargo, para un musulmán la Yihad es un concepto más global; es el esfuerzo y la lucha.
Dicho espíritu lo encontramos en el capítulo 2, versículo 190 del Corán, que dice “ combatid en el camino de Dios a quienes os combaten “.
En esta línea, hay un dicho en el Islam, atribuido a Alí, primo, yerno y sucesor de Mahoma, que dice “No ataquéis hasta que os ataquen, puesto que vosotros seguís la verdad y tendréis una razón y una justificación sobre ellos que es la de no haber comenzado la agresión “ .
En la guerra, según el Corán, el musulmán debe exteriorizar sus cualidades más nobles; su valor, ánimo, entusiasmo, capacidad de resistencia y entrega, generosidad, preferencia por la paz, su amor al Islam y a los musulmanes ... El musulmán combate por Allah, por la justicia y la verdad, no por venganza o deseo de botín. Estos fieles nunca mueren ( “ No llaméis muertos a los que han fallecido en la senda de Allah. Se han convertido en pájaros de colores que vuelan libres en los jardines “ – Hadices- ). El Shahîd ( el mártir ), es testigo de su propia sinceridad y su victoria.
Además, la legislación islámica ( sharia ),en torno a la guerra prohibe expresamente el ataque a civiles, el ataque a inocentes, el ataque a las mujeres, ancianos y niños e inclusive a soldados en retirada o heridos, aquellos que deponen las armas ...
Es por ello que, para muchos musulmanes como Sheij Abdul Karim ( representante de la organización islámica argentina y encargado del centro islámico de Chile ), los terroristas como Bin Laden no son en absoluto un referente islámico, e igual ocurre con los talibanes, que nunca han contado con el reconocimiento de los grandes centros de enseñanza del Islam en el mundo.
Hoy en día, tal como pasaba ayer, la Umma o comunidad Islámica de creyentes, sigue dividida en dos grandes corrientes religiosas: Sunníes y Chiíes: La primera mayoritaria, oficial y ortodoxa, mientras que la segunda es minoritaria y heterodoxa, pero predominante en países de vital importancia como Irán e Irak, y en algunas regiones del Líbano y Pakistán, y siguen esperando la llegada del Mahadi ( líder espiritual ).
Por su parte, los sunnitas siguen respetando las fuentes originales, el Corán y la Sunna.
Hoy, como en sus inicios, el sentimiento e identidad de todo aquello que conforma lo islámico, se encuentra en auge, y los distintos acontecimientos de nuestra historia reciente, tales como el recuerdo de las colonizaciones británica y francesa, los enfrentamientos con Israel, los genocidios de Bosnia o Chechenia, las guerras del golfo ... aumentan el resentimiento y enfrentamiento de esta gran comunidad respecto a occidente. Tal vez sea por ello que la Yihad se invoque fuera de su sentido original, llamando a la lucha contra el infiel Occidental. Prueba de ello son acontecimientos recientes como el atentado contra las torres gemelas de Nueva York, el 11M en Madrid, o los recientes atentados de Londres.
El Islam se expande hacia el denominado “ primer mundo “ con las oleadas migratorias de personas que buscan mejorar sus condiciones de vida, y los medios occidentales, como no hace mucho tiempo, vuelven a advertir contra el Islam, destacando los tópicos y reavivando los prejuicios; ¿ Acabará algún día este maniqueísmo ...?
El Corán prohíbe expresamente la agresión, pero admite la defensa contra ella. En este sentido, sin ahondar en lo más profundo de su significado, desde occidente se ha asimilado la palabra Yihad a la guerra Santa contra occidente. Sin embargo, para un musulmán la Yihad es un concepto más global; es el esfuerzo y la lucha.
Dicho espíritu lo encontramos en el capítulo 2, versículo 190 del Corán, que dice “ combatid en el camino de Dios a quienes os combaten “.
En esta línea, hay un dicho en el Islam, atribuido a Alí, primo, yerno y sucesor de Mahoma, que dice “No ataquéis hasta que os ataquen, puesto que vosotros seguís la verdad y tendréis una razón y una justificación sobre ellos que es la de no haber comenzado la agresión “ .
En la guerra, según el Corán, el musulmán debe exteriorizar sus cualidades más nobles; su valor, ánimo, entusiasmo, capacidad de resistencia y entrega, generosidad, preferencia por la paz, su amor al Islam y a los musulmanes ... El musulmán combate por Allah, por la justicia y la verdad, no por venganza o deseo de botín. Estos fieles nunca mueren ( “ No llaméis muertos a los que han fallecido en la senda de Allah. Se han convertido en pájaros de colores que vuelan libres en los jardines “ – Hadices- ). El Shahîd ( el mártir ), es testigo de su propia sinceridad y su victoria.
Además, la legislación islámica ( sharia ),en torno a la guerra prohibe expresamente el ataque a civiles, el ataque a inocentes, el ataque a las mujeres, ancianos y niños e inclusive a soldados en retirada o heridos, aquellos que deponen las armas ...
Es por ello que, para muchos musulmanes como Sheij Abdul Karim ( representante de la organización islámica argentina y encargado del centro islámico de Chile ), los terroristas como Bin Laden no son en absoluto un referente islámico, e igual ocurre con los talibanes, que nunca han contado con el reconocimiento de los grandes centros de enseñanza del Islam en el mundo.
Hoy en día, tal como pasaba ayer, la Umma o comunidad Islámica de creyentes, sigue dividida en dos grandes corrientes religiosas: Sunníes y Chiíes: La primera mayoritaria, oficial y ortodoxa, mientras que la segunda es minoritaria y heterodoxa, pero predominante en países de vital importancia como Irán e Irak, y en algunas regiones del Líbano y Pakistán, y siguen esperando la llegada del Mahadi ( líder espiritual ).
Por su parte, los sunnitas siguen respetando las fuentes originales, el Corán y la Sunna.
Hoy, como en sus inicios, el sentimiento e identidad de todo aquello que conforma lo islámico, se encuentra en auge, y los distintos acontecimientos de nuestra historia reciente, tales como el recuerdo de las colonizaciones británica y francesa, los enfrentamientos con Israel, los genocidios de Bosnia o Chechenia, las guerras del golfo ... aumentan el resentimiento y enfrentamiento de esta gran comunidad respecto a occidente. Tal vez sea por ello que la Yihad se invoque fuera de su sentido original, llamando a la lucha contra el infiel Occidental. Prueba de ello son acontecimientos recientes como el atentado contra las torres gemelas de Nueva York, el 11M en Madrid, o los recientes atentados de Londres.
El Islam se expande hacia el denominado “ primer mundo “ con las oleadas migratorias de personas que buscan mejorar sus condiciones de vida, y los medios occidentales, como no hace mucho tiempo, vuelven a advertir contra el Islam, destacando los tópicos y reavivando los prejuicios; ¿ Acabará algún día este maniqueísmo ...?
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